A veces las cosas terminan antes de empezar. Todo el cariño termina en el primer abrazo o cada sonrisa va dirigida a un adiós. A veces sabes que todo va a acabar mal pero decides seguir en pie de guerra. Seguir luchando por algo que no va a tener un buen final. Pero tú lo disfrutas y sueñas con cambiar esto, deseas ser capaz de modificar ese final. Porque a veces, a veces las cosas terminan antes de empezar, pero otras, en cambio, en otras el final no es más que el principio.