El amor se quedó en los tejados donde subimos esa tarde a saltar. Se quedó en los tacones que me puse esa noche para bailar. En las películas que vimos ese día que llovía. En los besos en la mejilla que me diste en tu portal. En las caricias y en las caras absurdas y estúpidas que poníamos. El amor se quedó aparcado en el desván. Se le acumuló el polvo y se empezó a oxidar. Empezó a terminarse, sin saber dónde, cuándo, ni por qué... solo sabíamos que se iba a acabar.
domingo, 25 de marzo de 2012
sábado, 24 de marzo de 2012
Y me haré cometa
¿Te he dicho jamás que puedo ver tu mirada desde la ventanilla de mi coche? Pues puedo. La veo cada vez que viajo de noche en el asiento de atrás. Especialmente cuando llueve. Especialmente cuando pasamos cerca de una ciudad. Cuando mi vista se confunde con las luces desenfocadas, cuando las farolas enfocan de mi reflejo tan solo la mitad. Cuando las sombras se emborrachan de nostalgia. Cuando la lluvia parece llorar y la música de mi viejo mp3 parece acompañarla. Cuando todo se pone de acuerdo. Y, ¿sabes qué? Me gusta así. Me gusta sentirme idiota planteándome preguntas absurdas, sintiéndome en una falsa realidad. Flotando en una canción, creando nuestro propio Big Ban...
viernes, 23 de marzo de 2012
Noches en ningún lugar
Y coge el avión destino a ningún lugar, dispuesta a viajar para encontrar respuestas a tanta pregunta. Se sienta en su estrecho pero cómodo asiento y mira por la diminuta ventanilla, similar a la que abre todas las noches sus sueños. Ve las nubes, allá, cercanas y lejanas a la vez. Cercanas porque las compara con todas las veces que las ha visto desde ahí abajo. Lejanas porque es incapaz de alcanzarlas. Como su verdadero sueño, como el que le ha llevado a emprender este mismo viaje. Este mismo viaje, lejano y cercano a la vez. Sabe que está más cerca que nunca de conseguirlo pero sabe que existe también una distancia abismal. Una distancia abismal con esencias de miedo. Una distancia que a veces se reduce y provoca sonrisas tontas y caras rojas. Una distancia que pretende acortar con este viaje. Este viaje de noches en ningún lugar...
domingo, 18 de marzo de 2012
Someone like you
He estado ocupada pensando si a ella también le gustará la misma música, si adorara cada nota de cada canción como hago yo. Si se reirá de tus bromas por absurdas que sean, aunque no hagan gracia alguna. Si te mirará a escondidas como si se terminara el mundo. Si será prisionera de cada una de tus sonrisas. Si hará todo esto mejor de lo que lo intento yo. Si podrá darte todo el amor que necesitas. He estado pensando también, he estado pensando si habrá alguien como tú...
jueves, 15 de marzo de 2012
Ella
Es chica de pelo alborotado y pantalones pitillo ajustados. De sonrisa triste y de carcajada limpia. De soñar mucho, pero siempre despierta. De caerse desde lo más alto y sufrir grandes heridas. Chica de compromiso, de cobardía y de lo absurdo de la cursilería. De esas que se esconde entre las palabras y, otras veces, simplemente tras un flequillo mal planchado. La reservada que no calla nunca. La cotilla, inquieta y alocada. La tímida, compleja y rencorosa. La buena, la amable. La que piensa mucho y siente mucho también. Es virtudes, es defectos. Es el pesimismo hecho realidad. Es horas delante del espejo sin entender que es lo que hay frente ella; es noches de saltos con una canción cualquiera de Paramore. Es tortillas de patatas deboradas en segundos; es libros cortos, pero intensos, leídos frente un aplastante crepúsculo. Es atardeceres sin fecha; es música. Es números, es quizás algo más que un cero a la izquierda. Es de todo, de lo que quiere ser y de lo que no. Pero sobretodo lo que desea es dejar de esconderse en estas mismas palabras, y ser, ser una chica de acción.
miércoles, 14 de marzo de 2012
50 million ways to say I love you
Pequeñita y escondida. Brilla, resplandece. La puedo ver desde cualquier lugar. Y aún así no llego a alcanzarla. Quizás soy demasiado pequeña para ella. Quizás ella aún siendo pequeñita en realidad es gigante. Que digo quizás, lo es, lo sé. Es una gigante del amor, construye mariposas cuando no hay ni estómago. Está allí, ella, la inalcanzable, la llave de tu corazón. Y yo aquí, viéndola brillar. Sabiendo que existen cincuenta millones de maneras de decirte que te quiero... y que yo sigo sin encontrar ninguna.
martes, 13 de marzo de 2012
La letra pequeña del amor
La letra pequeña del amor, aquella que nadie nunca lee. Aquella que habla de condicionales. Aquella que nos lleva a plantearnos ciertos ojalás... Ojalá todo entrara tan fino como la droga a la que llaman tu sonrisa. Ojalá no fuera una adicta a tus palabras. Ojalá se secaran las lágrimas en el corazón. Ojalá no existieran. No existieran porque somos felices en una realidad aventurera. Salvaje. En un año sabático de amor. Que digo un año, en una vida. Ojalá me explicaran como es esto del querer, porque no entiendo nada bien cómo, cómo funciona...
domingo, 11 de marzo de 2012
Twilight
Míralo, entrando por mi ventana. Bienvenido sea, señor crepúsculo. Ese momento del día misterioso e inquietante de emociones, como tú. Entra por mi ventana, se cuela hasta mi cama y juega con mi imaginación. Le divierte reírse de mí. Le divierte hacerme pensar que los sueños se cumplen y que todo es bonito al final. Puede que hasta le divierta ver como la estúpida en la que me he convertido se lo cree y rompe a llorar. Se cuela en mi imaginación y en mi vida, porque acabo haciendo de mis sueños mi realidad. Una realidad que luego me estalla en la cara, algo que tampoco quiero aceptar. Y yo sigo jugando con el crepúsculo día tras día, y puede que no tuviera que dejarle entrar más... y puede que tuviera que dejar de soñar...
viernes, 9 de marzo de 2012
Sin título
Hoy es una de esas noches en las que solo le apetece ser sincera, en las que solo puede ser sincera. Por su boca solo salen verdades, engullidas hace tiempo y sin acabar de digerir. Esta noche es capaz de soltarse la melena en un blog cualquiera y narrar sus miedos inquietantes. Esta noche es ella, sin fronteras por delante. Va veloz, va más allá. No sabe ni por dónde empezar. Tiene tanto por soltar... El principio tal vez sería un buen comienzo... Su sonrisa. Adictiva. Ese. Ese es el principio. Lo sabe. Ahora lo sabe. Ya lo ha digerido y es consciente de ello. Todo empezó por esa sonrisa y por un par de palabras más que se repetían cada noche, palabras que luego en sus sueños resonaban. Todo esto y un cúmulo de muchas cosas más fueron los causantes de esta misma noche, de este mismo instante que ahora vive ella. Porque todo esto acabó creando lo que ahora es su vida. Y su vida no es nada más que esto. Es amarle desesperadamente sin frenos. Es el miedo a cagarla siempre. Es noches en vela. Es mariposas en el estómago. Y en la cabeza y en el corazón y hasta en las yemas de los dedos que acarician cada una de estas verdades. Es esta verdad. Esta verdad de escribir lo que piensa y soltarse la melena, palabra a palabra...
Amar haciendo el amor
Se sabe sus mensajes de memoria. Y sus lunares, sabe donde se esconde cada uno de ellos. Sus cosquillas, las encuentra siempre a la primera. Y ya no hablemos de sus miradas... tiene un doctorado en ellas. Sus manías, sus estúpidas y odiosas manías, las adora. La manera que tiene de quejarse de todo, el perfume del que a veces abusa demasiado. La apresurada ralla de los ojos mal definida y sobretodo, su sonrisa. Conoce cada detalle de ella y quiere por encima del querer cada parte de su ser.
martes, 6 de marzo de 2012
A veces una canción vale más que mil palabras
Había escrito un largo texto muy bonito y raro, como siempre. Y he decido borrarlo. Delete, como en el corazón. Porque hasta a mí a veces se me acaban las palabras, porque hay momentos en lo que no sabes que decir, porque hay momentos en los que no hay nada que decir. Este debe de ser uno de ellos, tampoco lo sé muy bien.
domingo, 4 de marzo de 2012
Yo veía llover por la ventana.
Esa misma ventana por la que te había visto venir a ti tantas tardes. Esa por la que alguien hubiera podido espiar nuestro amor naciendo. Esa que guardaba tantos secretos. Y ahora solo veía las gotas caer, rápidas y veloces, pero sin alcanzar a mis lágrimas. Echaban una carrera, pero mi tristeza era tan profunda que siempre ganaba. Y yo ya no albergaba esperanza alguna de recuperarme de todo aquello, ya que esa ventana siempre iba a estar allí recordándome lo sucedido. Y podéis pensar, márchate a otro lugar... Y respondo a esto diciendo que qué más da... una ventana, una canción, una sonrisa... Siempre habrá algo. Todo me lo recordará. Porque los recuerdos no se van, se apaciguan con el tiempo, pero siempre permanecen.
The Cranberries Saw Us
Injusticias en el mundo hay muchas, demasiadas. Canciones como esta, ninguna.
I am I am I am a zombie
El contenedor estaba lleno. A rebosar de mentiras. De falsas sonrisas. De miradas vacías. Todo lo bonito había ido a parar allí y se iba pudriendo lentamente. Lo peor era que nada de esto parecía importarte. Todo se iba acabando... y tú lo permitías. Y yo ya no dormía, desesperada de terror. Terror de quedarme sin nada, junto a un contenedor de mentiras. Por tu culpa, me estaba convirtiendo en un zombie del amor...
Don't tell me cause it hurts
El mundo, cayéndome encima. Sin poder hacer más que seguir tu sonrisa, tu estado de humor, voy derrumbándome. Si tú te caes, yo me caigo, y si estás bien, me caigo también. Me caigo también porque tengo miedo, porque no sé cuando vas a volver a caer, y tengo miedo a no poder soportarlo más. Es desesperante esto de vivir por ti. Y lo mejor sería olvidarlo todo y seguir... Y que no me hables. Y que no me mires. Y que no estés en mi mente cada milésima de tiempo. Y no. Me niego. No puedo. Esto, no es el fin. Esto, jamás tendrá fin, porque yo... yo... soy la tonta que siempre va a estar ahí.
sábado, 3 de marzo de 2012
Fuck you
Palabras malsonantes. Mierda. Gilipollas. Y muchas más que no escribiré porque soy una chica muy educada (sí, ya...) y este es un blog muy serio y correcto. De esas que de pequeño te enseñan que no debes decir. Y te preguntas por qué (si eres un poco inteligente). ¿Qué diferencia hay entre estas palabras y las otras? ¿Por qué la gente reacciona así si las digo? Y la verdad, aún hoy sigo sin entenderlo. Es de mala educación. Esa siempre ha sido la respuesta. Son poco respetuosas. Pero... digo yo, la palabra en sí no tiene la culpa de nada, sino la gente con el uso que hace de ella. Porque, por ejemplo, ¿por qué no te puedo insultar yo llamándote armario? O silla o mesa o lo que quieras. Pero esto es así. Hay palabras que han cobrado mala fama y ya no hay nada que hacer. Pero espero que algunos, como yo (espero no ser tan tan rara que solamente sea yo la que piense estas cosas) sigamos creyendo que las palabras en sí son todas bonitas, que lo que duele es lo que se esconde detrás de ellas... y que, además, hay palabras mucho más feas que mierda o gilipollas, como desamor, por ejemplo.
Llega el enemigo
Ya está aquí. Como siempre. En mi vida, que no falte jodiéndolo todo. El miedo, el querido miedo. ¿Qué haríamos sin él? Vivir mejor, todo sería más fácil. O no, quién sabe. A lo mejor es necesario, a lo mejor si faltara destruiría todo nuestro ecosistema. Pero eso que más da, existe y no le podemos hacer nada más. O sí, de eso quiero hablar. ¿Qué hago? ¿Cómo puedo superarlo? No se puede. Esto es algo que vive con nosotros, que vive en nosotros, que acaba formando parte de nosotros. Es un trocito de nosotros. Es un aviso, un compañero, un enemigo y en ocasiones un aliado. Está allí, para lo bueno y para lo malo. Es ese que nunca nos falla. Nos salva de posibles situaciones horrorosas pero nos ahuyenta también de la felicidad. Entonces, ¿en qué quedamos? ¿Es bueno o es malo? Es todo. Y esto me responde a una pregunta que he planteado antes, es necesario. Sin él nada sería lo mismo. Es cierto que yo ahora mismo sin él podría ser mucho más feliz, podría ser capaz de cosas que él no me permite porque me avisa que también puedo perder mucho. Pero hay que entender que todo tiene un precio y que, a veces, el precio de la felicidad es este, combatir contra el miedo en su cara de enemigo. Luchar contra el enemigo, y vencer.
viernes, 2 de marzo de 2012
With no loving in our souls and no money in our coats
El frío llegó hasta tus camisas. La distancia se metió entre nuestras miradas y lo convirtió todo en cenizas. Las palabras se callaron, los besos no querían besar más. Se cansó el amor. Creo que alguien sopló las velas de nuestra relación y, por creer, creo que hasta se comió la tarta entera. No dejó nada. Se nos acabó todo lo cultivado, no teníamos cariño que fumarnos ya. No encontrábamos reservas en nuestros corazones, la crisis se las había llevado ya también. Carecíamos de préstamos incluso. Sentía el hielo en sus pupilas y en las mías. Sentía el hielo y no sentía. No sentía nada. Nada de nada. El frío había arrasado y no quedaba amor en nuestras almas.
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