El mundo, cayéndome encima. Sin poder hacer más que seguir tu sonrisa, tu estado de humor, voy derrumbándome. Si tú te caes, yo me caigo, y si estás bien, me caigo también. Me caigo también porque tengo miedo, porque no sé cuando vas a volver a caer, y tengo miedo a no poder soportarlo más. Es desesperante esto de vivir por ti. Y lo mejor sería olvidarlo todo y seguir... Y que no me hables. Y que no me mires. Y que no estés en mi mente cada milésima de tiempo. Y no. Me niego. No puedo. Esto, no es el fin. Esto, jamás tendrá fin, porque yo... yo... soy la tonta que siempre va a estar ahí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario