El frío llegó hasta tus camisas. La distancia se metió entre nuestras miradas y lo convirtió todo en cenizas. Las palabras se callaron, los besos no querían besar más. Se cansó el amor. Creo que alguien sopló las velas de nuestra relación y, por creer, creo que hasta se comió la tarta entera. No dejó nada. Se nos acabó todo lo cultivado, no teníamos cariño que fumarnos ya. No encontrábamos reservas en nuestros corazones, la crisis se las había llevado ya también. Carecíamos de préstamos incluso. Sentía el hielo en sus pupilas y en las mías. Sentía el hielo y no sentía. No sentía nada. Nada de nada. El frío había arrasado y no quedaba amor en nuestras almas.
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